Alejandro: la chocleada solidaria llega a su hectárea número 100
En 2006 se hizo la primera cosecha en un campo de esta localidad. Mañana, en el mismo lugar, los alumnos del Instituto Privado y voluntarios volverán a realizar esta acción que tendió sus redes en todo el país
Alejandro.- Esta localidad, donde se sembró la primera semilla de una acción solidaria que trascendió las fronteras del país, volverá a ser protagonista mañana cuando se realice la 100a chocleada solidaria.
Esta acción que procura ayudar a la alimentación de millones de niños en distintas partes de Argentina y países limítrofes nació en el año 2006 y se realizó por primera vez en un campo ubicado a la vera de la ruta nacional Nº 8, a metros del acceso a Alejandro.
Mañana, alumnos del Instituto Privado se reunirán nuevamente en el mismo campo para realizar la cosecha de la hectárea número 100, que es donada por la propietaria del campo, Sofía Méndez. A partir de las 7.30 se encontrarán en el lugar para trabajar hasta después del mediodía cosechando choclos, embolsando y cargando en los camiones.
La chocleada es un movimiento solidario que alcanza tres objetivos: combatir el hambre, crear responsabilidad social y generar ayuda económica para instituciones sociales.
Alejandro es la primera localidad que realizó esta cosecha a mano y en su primera edición participaron unas 70 personas, entre estudiantes secundarios, docentes, padres y voluntarios. A partir de allí se sumaron otras poblaciones que hoy siguen en silencio llevando a cabo esta tarea.
La chocleada consiste en la donación de una hectárea de maíz por parte de un productor agropecuario, que es cosechada a mano por alumnos de colegios secundarios cercanos a dicha hectárea. El voluntariado permite recolectar más de 45.000 platos de comida, que en 48 horas llegan a los comedores asistenciales, a través de la ONG Red Argentina de Bancos de alimentos. A su vez, se invita a empresas y particulares a realizar un aporte económico que consiste en una compra simbólica por lo cosechado. Los jóvenes encargados de la cosecha deben seleccionar una institución social de su comunidad, a la cual se le entregará la totalidad de los fondos recaudados.
Finalmente se realizan “talleres de valores” con los jóvenes voluntarios, para la generación de responsabilidad social.
“La chocleada es una excusa para la creación de valor agregado social”, explica Sebastián Deym, fundador y presidente de la Asociación Civil MovilizaRSE, organización no gubernamental a través de la cual se desarrolla esta tarea.
La Nº 100
Este martes, en Alejandro, se hará la chocleada número 100, con la participación de alumnos y vecinos de la comunidad.
Para ello, se está trabajando con los coordinadores con el fin de ajustar todos los detalles y lograr que la cadena solidaria nuevamente vuelva a unirse en eslabones: comienza en el campo, continúa en manos de los voluntarios, los transportistas, el banco de alimentos y finalmente llega a hogares comunitarios.
Por todo el país
Desde sus comienzos, en Argentina se han realizado estas jornadas voluntarias desde Jujuy hasta el sudeste de la provincia de Buenos Aires y en varios departamentos de la República Oriental del Uruguay.
Se recolectaron más de 1.500 toneladas de alimentos, generando más de 4.500.000 platos de comida. Esto se logró con una red de más de 18.000 voluntarios de 42 comunidades entre ambos países. Se recolectaron más de 5 millones de pesos para 90 organizaciones sociales y se realizaron 21 talleres de valores con 1.500 alumnos de 29 escuelas.
Esta acción que procura ayudar a la alimentación de millones de niños en distintas partes de Argentina y países limítrofes nació en el año 2006 y se realizó por primera vez en un campo ubicado a la vera de la ruta nacional Nº 8, a metros del acceso a Alejandro.
Mañana, alumnos del Instituto Privado se reunirán nuevamente en el mismo campo para realizar la cosecha de la hectárea número 100, que es donada por la propietaria del campo, Sofía Méndez. A partir de las 7.30 se encontrarán en el lugar para trabajar hasta después del mediodía cosechando choclos, embolsando y cargando en los camiones.
La chocleada es un movimiento solidario que alcanza tres objetivos: combatir el hambre, crear responsabilidad social y generar ayuda económica para instituciones sociales.
Alejandro es la primera localidad que realizó esta cosecha a mano y en su primera edición participaron unas 70 personas, entre estudiantes secundarios, docentes, padres y voluntarios. A partir de allí se sumaron otras poblaciones que hoy siguen en silencio llevando a cabo esta tarea.
La chocleada consiste en la donación de una hectárea de maíz por parte de un productor agropecuario, que es cosechada a mano por alumnos de colegios secundarios cercanos a dicha hectárea. El voluntariado permite recolectar más de 45.000 platos de comida, que en 48 horas llegan a los comedores asistenciales, a través de la ONG Red Argentina de Bancos de alimentos. A su vez, se invita a empresas y particulares a realizar un aporte económico que consiste en una compra simbólica por lo cosechado. Los jóvenes encargados de la cosecha deben seleccionar una institución social de su comunidad, a la cual se le entregará la totalidad de los fondos recaudados.
Finalmente se realizan “talleres de valores” con los jóvenes voluntarios, para la generación de responsabilidad social.
“La chocleada es una excusa para la creación de valor agregado social”, explica Sebastián Deym, fundador y presidente de la Asociación Civil MovilizaRSE, organización no gubernamental a través de la cual se desarrolla esta tarea.
La Nº 100
Este martes, en Alejandro, se hará la chocleada número 100, con la participación de alumnos y vecinos de la comunidad.
Para ello, se está trabajando con los coordinadores con el fin de ajustar todos los detalles y lograr que la cadena solidaria nuevamente vuelva a unirse en eslabones: comienza en el campo, continúa en manos de los voluntarios, los transportistas, el banco de alimentos y finalmente llega a hogares comunitarios.
Por todo el país
Desde sus comienzos, en Argentina se han realizado estas jornadas voluntarias desde Jujuy hasta el sudeste de la provincia de Buenos Aires y en varios departamentos de la República Oriental del Uruguay.
Se recolectaron más de 1.500 toneladas de alimentos, generando más de 4.500.000 platos de comida. Esto se logró con una red de más de 18.000 voluntarios de 42 comunidades entre ambos países. Se recolectaron más de 5 millones de pesos para 90 organizaciones sociales y se realizaron 21 talleres de valores con 1.500 alumnos de 29 escuelas.
Fuente: Diario PUNTAL, 25/06/2012
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